jueves, 2 de diciembre de 2010

Merengue


En el nombre de la información sea pues, Wikilakes, del hawaiano kiwi y del mexicano lakras, es un nombre maldito para el Tío Sam y su pandilla de conservadores del gabacho que buscan cómo tapar todo su mugrero. Ante unas declaraciones de locura en Argentina y de una tiranía total en Francia el gobierno de Sam, a través de su malquerido hijo color Carlos V, busca la manera de deshacerse de su ahora enemigo público. Una llamada por aquí y otra por algún lugar del gran globo empresarial que intenta calmar los surimis que se han desatado como parte de un desastre ecológico.
Mientras tanto, en el país de mejor, imposible… nuestro muy atrincherado y miniguerrerito de las mil batallas electorales, Ifelipón Teletón, busca una serie de medidas desesperadas en un país de las maravillas que se agita al son del apagón, mientras una catrina llora sin cesar por sus hijos que se pasaron el alto de una esquina, porque el valiente y bien ponderado ejercito de los olivos fue presa de la confunción, porque aquellos niños aparentaban ser parte del cártel del oso mal sano conocido como Lorenzo Servitje, alias el Bimbo y líder del cartel de la comida chatarra. Pero el charro negro no se deja impresionar y sigue raspando aquella garganta made in Garibaldi, sigue y prosigue agitando aquellas cuerdas que no le revientan ante el inminente empuje modernizador de una ciudad que no tiene ni pies, ni cabeza, sólo un pobre e infeliz niño albañilero llamado Slim que intenta reconstruir sin esperar nada a cambio el centro de esta tan pulcra y encantadora ciudad.
Mientras todo es granadas y pepitas, en alguna parte del universo espiritual, un jalisquillo con lengua suelta y poca censura le da rienda suelta a su puta sotana sin que los perros del mismo sexo se apareen y donde no existe el soborno a las supremas cortes, es el todo fiel inquisidor de una iglesia, que es más madre que santa porque se dedica a acoger todos los niños abandonaditos, pero está en buenas manos al ser guiada por el Lord Shit de una guerra en las galaxias mediáticas que anuncian la llegada de posibles candidatos para ocupar temporalmente aquella silla donde reposan los óleos sagrados del dinero.
Pero el mundo no se encuentra a punto de llegar a su final, y es porque Alicia Machado irá como embajadora mundial a alguna de las dos chinas para calmar la tensión mundial, mientras tanto sigamos durmiendo tranquilos porque existe gente que realmente se preocupa por nosotros, gente que trabaja todo el tiempo para que sigamos pensando que el mundo es un merengue.

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