miércoles, 9 de febrero de 2011

Celeste


Un mes más… por la mañana sufro de un vacio en mi interior, mi cuerpo sostiene con dureza aquellas livianas telas de grueso material, mi rostro está marcado por el sueño, mis ojos fijan su interior en el exterior de una bóveda carcelaria, mi cuerpo sigue inconformándose por aquel dolor que se apodera de mi todas la mañanas, comienza aquello llamado pensamiento a escribir en su espíritu los viajes de su intangible vuelo.
Cuando despiertas, sientes frío, sed, angustia, hambre, desesperación, sexo, dolor, golpes, penumbra, laceraciones, humillación, extravió, olvido, terror, violencia, muerte. Cuando todo esto sucede y piensas que no logra estar peor, resulta que algo escucha tu espíritu y convence al infortunio para arruinar tu existencia. Pero, al final de todo esto, llega una calma que se arremolina en el ser, no despierta, sólo estuvo ahí aguardando a que te dieras cuenta de su presencia, miras en todas direcciones para convencerte de que aquello no es una ilusión, un sueño o una pesadilla, palpas el dolor para descubrir que eso es un alivio que consuela el sufrir de una aparente agonía eterna. Caminas como aquellos dioses vagos que trazan líneas en el firmamento, cruje ante tu peso la misma madre que te ha visto desde antes de nacer, sólo sigues caminando para encontrar en el fondo de todo esto el fin de aquel sueño, ya no existe el yo, ya no más aquella filosofía que abrumaba tu pensamiento, es ella, sólo ella lo que te mantiene andando, dejas de lado todo lo mundano, una flor, un rio, una roca, un ave, una montaña, un fruto, un deseo, un anhelo, un susurro. Te despojas de todo para estar entre sus brazos, no le miras por querer sentir su consuelo, por fin, nada, nada de lo que fue será ahora, ella te sujeta con infinita ternura, tu sólo deslizas el tiempo entre fragmentos para que aquello no sea un destello.
Es verdad todo esto, sin estruendo, sin temor, sin desconsuelo, sin agonía, sin sueños. Eres mi cobijo, mi cuidado, mi salud, mi vida, mi amor. Cuando todo ha acabado sólo queda el querer, porque en todo lo malo lo único que encontré, fue el descubrir que siempre has estado a mi lado, mi ciega mortalidad logro oscurecer mi anhelo, te busqué por todas partes sin saber que lo hacía, cuando te encontré lo supe sin desearlo, te he hallado, eso es lo único que da vida a mi existencia, nunca abandones querido amor esta roca que camina por senderos empinados, mejor sujétame con tus labios a tu boreal amor.

lunes, 24 de enero de 2011

Bienvenido 2011, año de más petateados... o ¿daños colaterales chiquitos?


Tiempo para el final de un momento en pos de la libertad, un silencio profundo, más bien, un ruido sin emergencia alguna que acude a la más luminosa profundidad de un tumulto de bocas terregosas. Nada para el que vive en contra de lo intolerable, sólo un orgullo marchito entre otros, disimulado por el escándalo de aquella fea ramera verde vestida de luces, sonidos, extraños sin pensamiento alguno y con una pizca de tarugada y media; eso es la gran ramera de los cientos de aquellos ilusionados participantes en la caja de cristal.
¡Murió, una gran desgracia para la nación de los entreguistas! Aquéllos que gobiernan unos ciervos, que ante el más leve zumbido del látigo tiemblan con demasiada exageración, para decidir no revelarse contra aquel dueño impuesto. Una oligarquía jactándose de los frutos de un jinete invisible, temido por hacerse presente con sus acciones, un mundo que con un gran porfiado esfuerzo ha destruido el mágico Disneylandia para convertirse en meccicolandía (¿a quién le importa la ortografía en un lugar donde hasta el más iletrado gobierna?).
¡Ningún derecho más! Gritan al unísono aquellas gargantas que rebasan los aullidos del infierno, aquellas criaturas vestidas de olivo y negro, aquellos monstruos que borran del mapa a la más temida pesadilla joligudense (insisto, la ortografía no importa, sigue leyendo y durmiendo a gusto con tu gobierno); adiós Drácula que diste miedo por ser un chupa moronga, en este momento tus actos de hematófago barato son por mucho rebasados por la rápida desmembración de un cocinero sin licencia.
“¿Me da unos taquitos de tripa y cabeza?” Peligroso pedido en estos tiempos de lenta agonía moronguesca. “¡Má! ¡Ya sé que quiero estudiar! Quiero ser… ¡Licenciado en destripalogía!” Una confesión que no mata pero como perturba. “Yo no sabía que existía, me sentía solo, triste, abandonado, con ganas de morirme, pero… desde que descubrí las donitas espolvoreadas de la Vimvo mi mundo no ha vuelto a ser el mismo, esas donas te dejan un sabor a… a… a uorales, siento que el suelo se mueve, ¿será que me salen unas alas? Wow el microbús diabólico”, un cliente más satisfecho con aquellas donas espolvoreadas de coca-china. “Señor, he de informarle que nuestro jefe nos ha pedido que hagamos más daños colaterales, que pa’ desquitar el sueldo y así aumentar la estadística de muertos, que a ver si nos ganamos aunque sea el number uon en los records guines”, es la explicación más lógica para una guerra fallida donde pronto serán más los muertos en las estadísticas del INEGI que los vivos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Geisha


Mujer de trazos delgados, silueta de tallo, flor de invierno, ojos de aquel cielo líquido que lanza bocanadas de espuma entre soles que colisionan en un gris terreno, tus sedas apagadas me muestran la profundidad de tus pensamientos, aquellos dedos que el guerrero siente antes de encontrar su destino entre aquellas nubes de ceniza que impregnan un campo del nunca volver, vestido de carmín, figuras de otoño, zapatillas desnudas, perfume de un vacio…
Es aquel que por lejanas travesías marcha entre aquellas lunas cristalinas tu dueño de aquellas líneas, miran ambos aquella misma sábana lapislázuli, delgados ojos centellean por miles entre aquellos remolinos de cristal, un perfume, sólo eso y nada más, cenizas quedan entre los dedos, recuerdos van entre aquellas ondas que regresan fugitivas del deseo, aquellos ojos, aquella sábana, aquella sonrisa de miel…
Se desvanece aquel sendero, la figura de seda se sumerge en sus pensamientos, aquel perfume ya no es más un otoño, aquella sábana se torna rígida, sólo un deseo levita entre aquellas manos de crisantemo, se precipita un sueño, ya nunca más los ojos verán tu cielo, un amor ha desaparecido, ya nunca más será cenizas, aquella sábana se ha poblado de más ojos, son dos con un mismo deseo, no volver a aquel sueño…

jueves, 23 de diciembre de 2010

Para una hermosa mujer



Con dedicación para ti mi más dulce amor. Te amo mi Magdalena hermosa.

El día de hoy fue un día hermoso, no puedo describirte lo tanto que contengo, soy pobre en palabras para expresarte lo mucho que te adoro, lo tanto que te quiero, lo infinitamente enamorado que estoy de ti. Hoy no fue un día de aquellos donde mi vida gira en torno a una nube gris de papel y fotografías salpicadas de una tormenta tan violenta como las pinceladas de Turner.
Hoy fue un día donde una marimba poco común en estas fechas se agitaba entre aquellos dedos de goma que golpetean con el ritmo del viento una tonada sobre un hombre y una mujer, eran aquellos golpeteos los que guiaban mi paso hacia mi destino, vi de pronto tus ojos asomados por aquel techo, los ojos de un hermoso atardecer, mirada de una hermosa mujer, es la tuya una mirada que me genera tanta ternura que no logro contener amarte, la primera vez que los vi fue hace más de tres años, es aquello un recuerdo de lo más preciado para mi, el primer momento en el que llegué a enamorarme de una mujer tan encantadora como vos.
Son muchos los penosos momentos que intentaron secuestrarme de tu lado, pero yo supe que tu eres para mi ese ser que enamora con el licor de una sola mirada todo mi ser, yo no me embriago de tu amor porque no quiero perder la razón para amarte y lograr admirar en vos aquello que es más hermoso que la misma aurora matinal que entreteje con hilos ultramar y dorados toda una bóveda fría, pero lo tuyo es lo más cálido de mis días invernales. Sólo quiero verte, hoy lo hice pero siento un vacio, deseo seguirte viendo por más tiempo si el gran Big Ben nos lo permite…
Perderte es una palabra arrojada con ira al vacio por ser hija de la envidia y las intenciones perniciosas, yo sólo te amo, es tan difícil para muchos entender que un amor verdadero no descansa en los ideales, quien busca en la perfección un amor es aquel que busca en el cementerio un rastro de vida, sólo encuentra cenizas o memorias de lo que fue pero de lo que no será, no existe el redentor de los amores perfectos, mucho menos de aquellos que son caprichos de la mente y el cuerpo, no del corazón, porque en él radican los verdaderos sentires que reposan sobre la imperfección, aquella hija despreciada pero sincera, es en ella donde un amor sincero reposa para soltarse cual huracán por los campos de aquel que logra despertar la oportunidad de sentir que el amor está más allá de lo biológico y lo físico, no es un ser, ni mucho menos es algo que se perciba en la soledad, para mí lo es todo y sin él no lograré contestarle a mi alma ¿cuál es su razón de estar sujeta a mi cuerpo? No soy nada especial en este mundo regido por lo inesperado o poco común, mucho menos por lo que es semejante al todo, sólo soy lo que soy, una persona enamorada de ti, alguien que sólo quiere decirte… TE AMO.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Constanza de Chopin


Con doce estudios y cuatro baladas compuestas en París, Fryderyck Chopin consolidó si éxito entre las cortes parisinas de una época en constante agitación por el derrocamiento de las monarquías absolutistas y el inicio de gobiernos liberales y burgueses. Era la época del romanticismo, la liberación de las ideas, un patriotismo raro y exagerado se aglomeraba en el corazón de los artistas, Chopin fue uno de ellos, con sus partituras tan llenas de melancolía y heroisismo que sucumben a su constante enfermedad que le ha seguido desde la infancia y le termina por vencer durante el inicio de su madurez.
Su fecha de nacimiento es incierta pero lo único seguro es que nunca se dejo de sentir polaco, las constantes amenazas del imperio ruso sobre Polonia provocaron en él momentos de melancolía y sufrimiento, París era su patria mientras Polonia era conquistada. Ante esto decide realizar distintas composiciones en honor a Polonia por su heroica resistencia al imperio ruso, sin embargo, cada composición suya es un conjunto de enfermedades tétricas que consolidan melodías en constante allegro con súbitas paradas en adagio. ¿Es verdad que sus composiciones son para fiestas y no para ser dignas de conciertos? ¿Es verdad que la música del siempre enfermizo Chopin es melancólica? ¿A partir de su amor por Constanza, las composiciones para piano siempre fueron las salidas de sus deseos contenidos por un amor imposible?
Si bien Chopin siempre fracasó en todas sus empresas amorosas, ninguna se logró consolidar debido a su condición de enfermo; abandonó su patria, a la cual nunca regresó, para conseguir éxito en el extranjero, su carácter tan colérico y tan triste le acarreaba diversas situaciones de desesperación en momentos en los que conseguía triunfos y fracasos. Chopin en mi opinión siempre fue una persona melancólica, no por falta de dinero y por sus constantes fracasos en el amor, si no, por su enfermedad. Su gran amor fue una cantante de ópera que conoció en una sala de conciertos de Varsovia, su dedicación al piano y su enfermedad impidieron que pudiera concretar su amor con Constanza, la cual, poco después se casó con otro hombre, Chopin no dejó de amarla pero su decepción no logró ocultarse tras sus composiciones dedicadas a su amor imposible como el Vals Ops. 70 Nº 3. Tan alegre y sin embargo triste, cuando uno la escucha se percibe una gran tristeza en un principio, poco después tiene un ligero movimiento en allegro para terminar con tonos y semitonos suaves pero en adagio, una pieza corta y sencilla que expresa ese sentir del amor imposible, se nota un cierto enojo cuando se dan repentinos tonos elevados, como un enfado en contra de aquella enfermedad suya que le impidió la consolidación de aquel primer amor, sin embargo, este amor fue el más entrañable en su música, propio de un músico romántico.
Pero en una carta a su amigo Titus Woyciechowski: “Quizá desafortunadamente, tengo mi propio ideal, al que en silencio sirvo desde hace medio año, con el que sueño y en cuyo recuerdo he compuesto el Adagio de mi nuevo concierto” Ese recuerdo puede ser su amada Constanza, aquella que fue la musa imposible de numerosas composiciones, un ideal como dice él, tan imposible que con la esperanza de que sus composiciones puedan satisfacer ese deseo, ¿sería incorrecto pensar que Chopin a través de su música intentaba lo que Da Vinci para Freud? Es decir, aplastar aquellos deseos incontenible a través del arte como un medio para dar salida a sus deseos reprimidos, pero a su vez, una furia incontrolable por desprenderse de ese cuerpo tan marchito por la enfermedad.
El concierto nº2 en fa menor, op. 21. Fue su última pieza de amor por Constanza, aunque yo pienso lo contrario, pero en el fragmento anterior de la carta dirigida a su amigo Woyciechowski indica que esto fue así, todo aquel tiempo de un deseo contenido se libera en esta pieza para concierto de aquella energía contenida por un sueño perdido. En un principio es lenta y suave, una emoción embarga al piano el cual se carga de dulzura y sin arrebatos de cólera, parece alegre y sin embargo con un quedo de tristeza, pero el momento de la felicidad se quebranta y el piano arremete con tonos graves para posteriormente terminar con melancolía aquel sueño que jamás pudo ser.
La pieza anterior fue su última para Constanza según Chopin, sin embargo, ella fue como su enfermedad una constante en su vida, el piano era el único consuelo de su existencia frágil, aquel piano era un instrumento de tortura para sus deseos, su amigo Schumann escribió al respecto: “Era… un cuadro inolvidable verle sentado al piano como un clarividente, perdido en sus sueños; ver cómo su visión se comunicaba a través de su ejecución, y cómo al final de cada pieza, él tenía la costumbre de pasar un dedo a lo largo del teclado en reposo, como forzándose en arrancarse a sí mismo de su sueño” . Aquel piano representaba la única manera de olvidarse de su enfermedad y su amor, aquella enfermedad no sólo lo mataba, también les consumía el alma, sus canciones siempre fueron melancólicas a causa de ello, cada nota suya es un enfado en contra de esa condición que no le ha dejado en ningún momento. Pero sólo una pieza logra destacarse entre las demás, es un fragmento pequeño y sin embargo alegre, pareciera que en ese instante disfrutaba de haberse librado de algo, por momentos es triste pero se fuerza a no estar, es totalmente dinámica y se consolida como un ideal realizado. El estudio Nº 1 en do mayor allegro, es la consolidación de un espíritu alegre que lucha contra su triste condición, pero triunfa sobre su malestar, parece ser que esta fue su última composición un tanto alegre, aparentemente en ella su sueño nunca se desprendió de él y él nunca se desprendió de su deseo, de tal manera que es tan corta y rápida la pieza que aparenta ser un momento fugaz de felicidad, pero perdurable en aquellas partituras que tuvieron un momento de dicha para el compositor.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Sueño romántico para el próximo año


Si bien mucho de lo poco que he escrito remite a temas en torno a problemas tan banales como la humanidad misma, inclusive llegan a ser tan deprimentes que no sé si llegue a tener un suicida crónico que al ver mis entradas verifica que el suicidio no es tan mala idea. Si bien el punto es que por este año se terminan las entradas de una cuasi filosofía tan pesimista como Schopenhauer y Nietzsche, a manera de propósito como otros tantos para el año que apenas va a nacer y carga con todo un peso de sus antecesores he decidido optar por cuestiones culturales, no me detendré en buscar el hilo negro de lo que cada cabeza entiende por cultura, puesto que su definición equivale a la religión, es tanto como decir que un concepto es más divino y verdadero que otro, la verdad es que cada quien decida como en la religión lo que más le convenga.
Ahora bien, como primer pie inaugural de este año que viene y del anciano que se jubila comenzaré por referirme a una época de la literatura universal que tanto me gusta y sin embargo es un poco oscura. El romanticismo fue una ola revolucionaria de un pensamiento tan poético como el griego, tan político como los principios napoleónicos, tan polémico como la tristeza de un paisaje industrial, pero tan quebrantado del corazón por amores que nunca se realizan y sin embargo es toda una tragedia para estar con aquello que se ama y se quiere, época de dolor y pasión, una época mal juzgada en la idiosincrasia popular, romanticismo es sinónimo de “romántico”, tan romántico como televisa, tan desconocido como las criaturas que habitan la isla de Odiseo. El romanticismo no sólo fue una de las grandes expresiones literarias también lo fue en la política, porque la política no es sinónimo de realidades concretas, es tan metafórica como aquellos versos de Lord Byron, se desangran ante los perjurios y se revitalizan ante una muchedumbre que sólo clama las palabras claves de aquel discurso que tergiversa el todo, una época de las grandes industrias, de los primeros momentos de independencias y revoluciones, un triunfo para Francia, una desesperanza para los ingleses, todo un mundo que se agita en aquellas colonias inestables.
Queda atrás aquel mundo mágico de criaturas americanas, es momento de la gloria industrial, un mosquete apunta hacia oriente, otro hacia América, pero ambos provienen de un lugar llamado EUROPA. ¡Viva la época romántica!

viernes, 10 de diciembre de 2010

Paz


Un niño y su madre descansan sobre un cálido gris metálico perforado por aquellos vendavales lanzados de manera anónima, mientras aquel niño de piel carbonizada ora en silencio con palabras del sufrimiento su madre se extiende por todo un camino de sombras, sombras de una madre y su hijo, sombras de aquellos suspiros arrojados con cada perforación entre aquellos hilos que se entretejen para hacer un tejido tan ligero y débil como las hojas de otoño, tan quebradizas como los pensamientos, tan ligeras como los besos, tan suaves como un deseo, tan muertas como el mismo cielo.
Atila se funde con aquel humo que se propaga por todo el infierno que es paraíso de pocos, estruendosos coros se conjugan en estallidos glorificantes de una suprema venida, la venida de un mesías sin gloria, la avenida de un Dios sin estrellas, la suprema divinidad de un dolor sin resurrección. Por momentos Atila se disipa al no tener nada que consumir, los ángeles y arcángeles descansan sus melodías recostadas en el acero hirviente de una batalla de coros, por momentos todo es silencio, susurros que lleva la neblina de fulgores oscuros, una lágrima desprendida de una mujer fría, su cuerpo abraza el pavimento mientras su hijo cesa su oración como el río que se seca.
Una mancha negra pisa aquel perfume carmesí, su primer reacción es verificar si no es una amenaza aquello, parece no serlo, hurga entre aquellas piedras que alguna vez fueron polvo, sigue buscando y sólo encuentra el vacío de sus ideas, como el león que busca entre los huesos algún pedazo de tejido vital para poder soportar su reino. “¡Nada!” Un ruido apagado y sin emoción alguna que muestre lo contrario de aquel paraíso, las tinieblas se funden en el olvido, pero en medio de todo el paraíso duermen tranquilos una mujer y un niño. “¡Eran una amenaza!” Porque aquello era la amenaza de vivir en un lugar de muertos.
Aquello que quedó es un conjunto de bultos, seres amenazadores, basuras…
Un padre recibe entre sus dedos a sus hijos, vienen de muy lejos, están cansados pero felices de ver el rostro de quien les ama, sobre un mar de astros reposan aquellos celestes cuerpos sin peso, sin masa, sin nada que los hiera. Es un lugar al que sólo las estrellas aspiran con esfuerzo y aún, ellas no logran estar ahí, pero son parte de aquello, un abismo sin sol y luna, una bóveda sin adornos, pero es un bosque donde el único llanto posible es, el llanto de un beso.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Sentir


¿Qué es la verdad? Esa es una pregunta que equivale a los inicios de un cosmos que se arremolina entre polvos de las divinidades conjuntas y deformes, existencias abigarradas de distintas almas, cuerpos arremolinados en todo un gran centro que colisiona sin destruirse, toda una materia que se funde en un mar de plegarias y silencios.
Porque una verdad es cierta, todo cuerpo que nace tiende a envejecer para morir o desaparecer, ante esta cruel verdad se busca otra verdad para vencer estas desdichas que vienen incluidas en las bendiciones del vivir. Un Dios, un paraíso, un infierno… todo es parte de un cosmos que se conjuga para dar sentido a una existencia que se diluye en aquellas diáfanas manos de un cuerpo frío, respetado por todos, un cuerpo con forma de muerte, pero con vida en el interior que le anima para realizar su quehacer diario, porque la muerte necesita de la vida para realizar su sagrada labor. La muerte no es un “dejé de existir para siempre”, la vida no es un “sufriré para vivir”, ambas son el soplo de una constante verdad que necesita cumplirse por ciclos, una verdad que necesita ser escuchada y amada.
Negar que se muere, es negar a la vida misma, pero llorar porque se deja todo cuanto se tiene es sólo un estar apegado a lo inanimado, aunque la familia nos deje como gotas de rocío, esa familia no se separa de nosotros y nosotros no abandonamos nuestra familia, sólo es un sentimiento el que queda, nada más, lo que nos provoca un gran dolor y sufrimiento, es por eso que se dice que nada es permanente, nada…
No sé nada en realidad porque la verdad es no saber nada, la verdad no se manifiesta, la verdad no es un objeto, la verdad no es una lengua o cultura, la verdad no es un pensamiento, una idea. Verdad, cuántos te buscamos y no te encontramos, descubrirte es como deshojar un mar donde hallamos distintas superficies hasta encontrar un abismo, un lugar tan frío y solitario en el que descubrimos nuestros propios pensamientos, sin luz alguna que ilumine nuestro desconsuelo. Entre hojas nuestros dedos te recorren, muchos son los besos fríos que da la verdad entre cristales que reposan sobre un lucero que se percibe débil. Llegará la verdad con sus matices amarillos, rojizos, naranjados y celestes. Pronto seremos aquel polvo astral que se consume en su dicha por existir y sabremos que la verdad, nunca estuvo lejos del yo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Una infancia felíz


“Un asesino de sangre fría fue detenido por un heróico e inteligente cuerpo policiaco”. El pochis, ¡mna! Pobre wey, yo por eso no me dejo cachar por los pitufos, esos que se dan sus rondines por el barrio pa’ levantar a cualquier pendejo que se encuentren en su camino, pinches tiras pasan y pasan y vuelven a pasar mirandote pa’ ver si tienes cara de pendejo, si la tienes te entamban con nombres bien acá, ¿no? Pero si te pones bien cabrón pus se van y buscan uno más wey.
Además, ¿de que se soprenden? Yo comencé a matar desde que taba rechavo, me acuerdo que al primer pendejo que me troné fue a mi tío, por andar de caliente con mi vieja, pinche pedófilo, pus es que teníamos 13 años y acá en el barrio no nos andamos con mamadas de que la disque niñes y esas madres, aquí pura banda, puro barrio, puras cosas chingonas…
Yo ni veo la tele, ¡es más! Yo ni en mi casa me la paso, a mi me late andar en la calle pa’ pistear, hacer tranzas, ver viejas bien buenas, darme unos rondines con la banda, porque aquí todos jalamos parejos, si no, pus una putiza en fá. Luego te topas con weyes como el pinche gordo, pinche bola de grasa me cae tan mal el culero ese que me dan ganas de reventarsela un día de estos.
Stá uno acá, parlando chido y llega ese wey y se pone de castrocito, tons un día, el pinche güero que lo manda a la verga, tons el otro wey se encabrona y le hecha bronca, no pus que se dan una putiza y el pinche gordo termina todo madreado, hasta con un putazo en el cachete, ¡así! mira…
No pus que entonces el gordo se para todo pendejo y sangrado y que le saca la fusca al güero, tons que le dice el pinche gordo todo emputado “¡hora si te vas mucho a la verga…!” Y que le suelta un plomazo al güero, y pus el wey que cae todo muerto, asi…
Pus, desde ese momento que el gordo, pus, pasa pa’ la banda, cuando la tira vino, lo buscaron pero el cabrón se fugó un rato, y hora pus ta aquí, dando lata el culero. Yo le traigo ganas y su carnalito también, nadie quiere a ese cabrón, pero la banda y yo decidimos que hoy en la noche no lo tronamos, ¡ya stamos hasta la madre de ese wey! Cuando nos llevemos al gordo a chupar ¡ahí! no lo chingamos, ¡a huevo!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Merengue


En el nombre de la información sea pues, Wikilakes, del hawaiano kiwi y del mexicano lakras, es un nombre maldito para el Tío Sam y su pandilla de conservadores del gabacho que buscan cómo tapar todo su mugrero. Ante unas declaraciones de locura en Argentina y de una tiranía total en Francia el gobierno de Sam, a través de su malquerido hijo color Carlos V, busca la manera de deshacerse de su ahora enemigo público. Una llamada por aquí y otra por algún lugar del gran globo empresarial que intenta calmar los surimis que se han desatado como parte de un desastre ecológico.
Mientras tanto, en el país de mejor, imposible… nuestro muy atrincherado y miniguerrerito de las mil batallas electorales, Ifelipón Teletón, busca una serie de medidas desesperadas en un país de las maravillas que se agita al son del apagón, mientras una catrina llora sin cesar por sus hijos que se pasaron el alto de una esquina, porque el valiente y bien ponderado ejercito de los olivos fue presa de la confunción, porque aquellos niños aparentaban ser parte del cártel del oso mal sano conocido como Lorenzo Servitje, alias el Bimbo y líder del cartel de la comida chatarra. Pero el charro negro no se deja impresionar y sigue raspando aquella garganta made in Garibaldi, sigue y prosigue agitando aquellas cuerdas que no le revientan ante el inminente empuje modernizador de una ciudad que no tiene ni pies, ni cabeza, sólo un pobre e infeliz niño albañilero llamado Slim que intenta reconstruir sin esperar nada a cambio el centro de esta tan pulcra y encantadora ciudad.
Mientras todo es granadas y pepitas, en alguna parte del universo espiritual, un jalisquillo con lengua suelta y poca censura le da rienda suelta a su puta sotana sin que los perros del mismo sexo se apareen y donde no existe el soborno a las supremas cortes, es el todo fiel inquisidor de una iglesia, que es más madre que santa porque se dedica a acoger todos los niños abandonaditos, pero está en buenas manos al ser guiada por el Lord Shit de una guerra en las galaxias mediáticas que anuncian la llegada de posibles candidatos para ocupar temporalmente aquella silla donde reposan los óleos sagrados del dinero.
Pero el mundo no se encuentra a punto de llegar a su final, y es porque Alicia Machado irá como embajadora mundial a alguna de las dos chinas para calmar la tensión mundial, mientras tanto sigamos durmiendo tranquilos porque existe gente que realmente se preocupa por nosotros, gente que trabaja todo el tiempo para que sigamos pensando que el mundo es un merengue.