lunes, 15 de marzo de 2010

Genitzal

El proyecto se realizó hace más de quinientos años, la luz cósmica del astro Ántalus ilumina los espejos de mi nave Firaeirus. La hipercomputadora Cártara manipula de acuerdo a estímulos espaciales el curso que más conviene; no tengo destino fijo, soy una mota de polvo inmersa en una gran duna espacial.
Mis impulsos neurales trabajan según los algoritmos específicos de la alfamateri, mi sistema biológico corresponde a los parámetros marcados por eugénesis, soy un ser perfecto que manipula todo de acuerdo a bases específicas de la materia lógica. Mi viaje valdrá la pena cuando encuentre formas inmaduras de materia primaria. Lo primero que haré según mis órdenes dictadas en el gran concilio estelar será enfocarme en la educación de los seres más adaptados del sistema vital, de lo contrario, colonizar lo más rápido posible aquel sistema, mediante una estructura molecular que reproduzca el choque de un cometa en un sistema invital.
Seré el padre de aquellos seres que surjan del cascarón cósmico, con la ayuda de mi fiel hipercomputadora Cártara, transformaré la materia en objetos que yo sea capaz de manipular para beneficio de aquella especie; todas sus necesidades básicas serán saciadas hasta el punto en que logren elevar el nivel inmaduro de sus sistemas neurológicos.
Cártara ha desarrollado un comportamiento extraño, me menciona palabras que yo no comprendo, no está en la base de datos inmediatos, la hipercomputadora decidió cambiar su aspecto plasmático por la materia estructurada de un organismo femenino, propio de un planeta al que criaturas inmaduras llaman Tierra.
El sistema central de mi nave, realiza comportamientos extraños, dice que trata de seducirme, la verdad es que no logro entenderla, no poseo materia estructural de un masculino, de hecho, no tengo forma, soy una simple nube de energía molecular pero, puedo adquirir la forma que desee a partir de un modelo compuesto. Cártara me dice que quiere un compañero, que en este caso sería yo, en contra de mi voluntad me dio la forma masculina.
Detesto este nuevo cuerpo, como le dicen los inmaduros, me siento extraño, no logro mantener fijo mi cuerpo en algún punto de la nave, Cártara activa una gravedad artificial que me mantendrá fijo en el punto que desee. Ella me menciona mucho la palabra amor, yo no la entiendo, no está en los algoritmos, sin embargo a ella no le importa y quiere experimentarlo; no quiero ceder ante tal ilogaritmia, me contaminaré pero…
Esta vez empiezo a experimentar este llamado sentimiento, amor. Cuando Cártara pasa sus delicadas manos sobre mi estructurada forma me siento… no logro saber cómo explicar esto, me es ajeno, extraño y sin embargo muy delicioso. Sus labios tocan los míos, que deleite de materia, mis pulsaciones se disparan, todo mi cuerpo se estremece con un brusco movimiento que a ella no le afecta, al contrario, obedece a los mismos impulsos.
Mis manos recorren su cálida figura, mis ojos no dejan de admirar su tostada cabellera, sus palpitantes y celestes lentes dorados, los recuerdo y mi vida se estremece, esa mirada suya que me enjaula, me siento aprisionado en un lugar del cual no quiero escapar ¡soy su prisionero! ¡No me importa! Ahora sé qué es el amor, los algoritmos no lo comprenden, el amor es más complejo que el universo, el amor es lo más encantador, lo más exquisito que puede experimentar uno en esta cósmica existencia. El amor lo es todo.
La misión que me fue asignada fracasó, debido a que he encontrado el amor.
Mensaje recibido desde Genitzal, hora AIZ, dirigido a: El Concilio Estelar. Da parte: el juez Erola.

jueves, 11 de marzo de 2010

¿Qué es ser jóven en México?

Ser jovén en nuestro país es ser lo que la sociedad dicta que seas, es ser aquel que roba en los guajoloteros o las micros infernales, es ser aquel que trabaja de pallasito de crucero, es ser un pobre diablo que se conforma con jalarle las patas al diablo e inhalar cualquier azucar que me lleve a joder a mi casa, es ser un futuro narco que le ponga los cuernos al presidente y hable a travéz de la pólvora, es ser aquel que amanece en quién sabe dónde por haberse empinado muchos moctezumas o soles, es aquel que le gusta la vida nocturna y se jode la existencia en cavernas de cuarta o primera o sabra la madre que nos parió, es ser aquel que lo toman por chivo expiatorio o de plano te meten fierros por todos lados para justificar una lucha perdida contra Gasparín y su pandilla, es ser un pobre idiota que no sabe nada de la vida y que tiene que hacer lo que le digan, es ser Rebelde, Patito, Nigga o lo que esté de moda, es ser emo, gótico, escato o lo que me haga distintó ÚNICO y especial, es ser lo que los medios de comunicación crean que soy, es ser un hijo de la mala existencia y un inseguro porvenir, es ser NINI porque así lo dictan unos pobres viejos frustrados por ser viejos, es ser aquel que se levanta a las cuatro para trabajar la tierra y descanza poco con la desesperanza de sobresalir, es ser aquel que se va en busca de más oportunidades a Gringolandia para que me tachen o me etiqueten de bándalo, mara, pocho o lo que se les ocurra, es ser aquel que no sabe de política y ni le interesa por ser asquerosa e impúdica, es ser aquel que le gustaría vivir en los juegos de video para no enfrentar la frustrada realiada en que nos dejan los del 68, es ser aquel que le gusta regar la flores y sembrar el mismo destino para quienes vienen a este amapoleado país, es ser aquel que trabaja y estudia sin persivir una ayudadita del generoso gobierno defecador de muertos y desempleados, es ser aquel que no tiene madre ni padre por ser incomprendido al vender merengues en la buenos aires o peregrinar en busca de sepa la fregada, es ser aquel que no se conforma con ser lo que es pero no logra ser lo que quiere ser, es ser un pobre tonto que se la pasa en la red buscando una amistad, un noviazgo, una respuesta o simplemente pierdo el tiempo para no pensar en lo que quién sabe qué quiero pensar.

Un despiadado fin, para un inicio felíz

Nuestra modernidad esta basada en ideas obsoletas que operan bajo una estructura asimétrica, es en este sentido que trato de establecer una relación entre una fiesta maraquera y otra rafaguera. Nuestros gobiernos promueven una serie de espectaculares mediáticos en los que, sin ser Hitler, difunden la errada idea del superhumano, aquel que trabaja sin fatiga por el bien de la Nación, aquel que ama sus raices impuestas, aquel que no pierde el tiempo en marchas, aquel que no piensa y se queja. Un superhumano sustentado en ideas asimétricas, la dominación de unos cuantos sobre muchos es aceptada como algo habitual, algo que no se debe a la gracia divina pero si a la económica, una dominación que se disfraza mediante las industrias culturales y se expone entre desfiles limoneros. Una dominación regulada por el Estado opresor, quien mediante sus instituciones permea la vida social de unos cuantos alienados bajo banderas de la no crítica. Por lo anterior trato de imaginar una distopía moderna que sólo dura lo que dura el mundial. Vivimos un despiadado fin de nuestras culturas hetereogéneas para ingresar a un inicio felíz de la pseudocultura. Las grandes marcas empresariales rigen nuestra existencia; nuestras costumbres son alteradas por el mounstruo come monedas, nuestro pensamiento vive la fantasía de muchos, pero nuestras tradiciones se desplazan a planos horizontales de la no modernidad. Mientras Patito le dice adios a muchas criaturas que pierden la inocencia frente a la gran niñera, muchos artículos con el logo CAMP (Callate, Aíslate, se Mediocre y Pudrete) son retirados del mercado para ingresar en la lógica de lo efímero. Nos deshumanisamos con todo el gusto para darle valor a lo no valioso, rechazamos aquellas identidades que puedan generarnos vergüenza ante la sociedad de masas, interiorizamos aquellos modos de vida que nos venden los "mass media" y cogemos cuanto se mueva ante nuestro agujerados salarios. Esta es una realidad que persiste y triunfa ante la enajenación de muchos y la pereza mental de otros, hijos de la modernidad no se resistan porque la final Coca Cola habrá aquí y en el Congo.